Limbo.

Te pienso,  a las 9 de la noche, sola en mi casa.
No sabes de mi, ni yo de ti.
Nos vemos por las calles de la ciudad, nos reconocemos los rostros, pero no perteneces a este lugar, saber que caminas sobre las mismas piedras, con la misma mente encima, con los audífonos puestos, con la mirada profunda y vacia.
Me hundes en las ideas nocturnas,  en la mezcla de sonidos abstractos que emanan de tus labios pequeños, de tu cabello alborotado, te pertenece el tiempo con el que tus pasos se dirigen hacia cualquier lado, te perteneces a ti y la locura dentro de ese desmadre juvenil.
Hoy me dieron ganas de escribirte, y de decirte que disfruto saberte humano, y existente,parte del limbo donde giras todos los días, a todas horas.