Había sueños volando por toda la secundaría el primer día de clases
la mayoría teníamos entre 12 y 13 años, estábamos emocionados y temerosos por conocer nueva gente, nuevas cosas, nuevas materias, nuevos maestros y nuevas maneras de crecer en un entorno mayor.
Crecer asusta, y da miedo ver como nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestra alma, crece, y se expande.
Aprendimos cosas que jamas olvidaremos, el valor de la amistad, incluso el primer amor.
El tiempo se nos detiene ante nuestros ojos, y se va tan rápido como los latidos de nuestro corazón en este momento, ahora queremos agarrar de la mano lo que hace 3 años veíamos tan lejos, y ahora sin pedir nada, estamos volando a otros planos físicos, crecermos, y volvemos a tener miedo y estar asustados por entrar a la prepa, por experimentar cosas completamente diferentes a las que estamos acostumbrados.
Ya no habrá una prefecta de la que tengamos que escondernos para que no nos den reportes, ni una directora que salga a vigilarnos, seremos mas libres y con esto tendremos que llevar nuevas responsabilidades y consecuencias, tendremos que tomar decisiones propias, y aqui es muy importante que sepamos el valor de decir: "Si" y de decir "No"
Saber siempre decidir de una manera responsable y asertiva.
Ahora que estaremos expuestos a muchas libertades, a mas gente, debemos saber que es lo correcto y lo mas sano para nuestro corazón, nuestra alma y nuestro cuerpo.
Quiero agradecer a todos los que formaron parte de nuestra estancia en la secundaria,  a los maestros, a la Directora, a el personal (que siempre estuvo al pendiente de nosotros), incluso a las señoras y señores de la comida, por tener tan buen sazón, a los de cooperativa por hacer su mejor esfuerzo en fiarnos las cosas, a los intendentes que limpian el regero que dejamos todos los días en el salon y los baños.
Gracias por regalarnos regaños, y aprendizajes, gracias maestros por ser nuestro vehículo seleccionado, por crear un vinculo de confianza siempre, por ser personas que están dispuestas a compartir lo que saben con personitas pequeñas que forjan su camino, con conocimiento, por aguantarnos tantas cosas, incluso insultos, Gracias por mantener la paciencia, por dejar huella en nuestras vidas.

A la escuela, gracias por arroparnos en los momentos difíciles, y por todos los habitantes de esta institución por formar parte de nuestra inmensa familia.

Nos vamos con la cabeza en alto, agradeciendo cada momento y segundo compartido, con nuestros compañeros y amigos, creciendo y elevando nuestras alas a lo mas alto.

Con lagrimas en los ojos emprendemos un vuelo maravilloso y magico, con esfuerzo lo lograremos.
En horabuena...