Déjame las sonrisas para esta noche.

Si te vas a ir en la mañana, hazlo
pero no te olvides que en el búro puedes dejar
tus lagrimas, incluso tus besos, y hasta las risas.
Déjame quedarme con todo eso, que tu detestas, de mi.

Si te vas a ir por la tarde, ¡VETE!
pero no te olvides de dejar cerca de la puerta
un par de zapatos, algunas pastillas para dormir,
y claro, tus gritos, y regaños.

Si te vas a ir por la noche, ¡NO VUELVAS!
pero no te olvides de dejar aun lado de la cama
un libro, un café y tus grandes ojos con los que
es posible, dormir, en plana paz.

Pero si en cambio, te vas ahora...
Vuelve, oh por lo menos, déjame en el corazón
un recuerdo, que no duela tanto, y que me haga
sonreír, mucho. Déjame las sonrisas para esta noche.