Friday, November 27, 2015

Javier

Hoy, paseando por algún bazar en la Ciudad de México, encontré un libro que me lleno de ti, sin ser tuyo, sin pertenecerte.
Y me dieron ganas de escribirte, en medio del frenético tráfico, a las 6 de la tarde, me dieron ganas de que estuvieras aquí, jodido y fugaz, con las drogas en tus venas, con los besos sabor a magnesio.
Ya no espero de ti nada, ni una sola palabra, ni un solo soplo de ese corazón lleno de eco.
Pero como ya sabes, escribirte me drena el cuerpo, el alma, el corazón.
Que hijo de puta tiene que ser el tiempo con nosotros, que nos mantiene en cualquier lo suficientemente lejos, como si quisiera acabar con mi calma, con mi ansiedad, con mis ganas.
Y tu, que vives solo para ella, y tu mundo y tu vida, incluso tu propia muerte, está dedicada a ella.
Tu, que no respiras, ni hablas, que no escribes, ni respondes mis llamadas.


Y yo, que en una ciudad llena de ambulantes furtivos, de elegantes empresarios, de artistas hundidos, te escribo aún sin temer absolutamente nada, me tienes aquí, atrapada en los suburbios de la gente sin alma, con vidas atrapadas.

Ojalá puedas responder esta última carta, Juan, Javier, Paco.
Ojalá te hagan vibrar mis letras, ojalá sientas lo que yo cuando mis manos escriben para ti.
Ojalá no me olvides, y ojalá, ojala, yo tampoco me olvide de ti.


Hasta siempre.

Te ama, Tu Frida, Valeria.

Monday, November 16, 2015

Consumiéndonos. Poema 1


Nos consumimos a besos y cuando hace frío.

Con un café, cuando te miro y te quedas impregnado en mi cuerpo.
Cuando mi cabello tiene tu aroma, me miras y me consumes con tus labios.
Y yo vuelo y te quedas aquí acompañando con tu esencia en mis manos.
Nos consumimos a caricias y cuando no nos tenemos.

A lo lejos, sin ti y contigo...
Acariciando tu piel hasta el fin del tiempo, me gustaría vivir extasiada contigo.
Consumiendo los narcoticos de tu boca.
Contigo.


Me consumo cuando me voy, cuando mi cuerpo es abstracto y hace figuras en el aire.
Cuando paso por tu boca, hasta llegar a tus pulmones y me quedo ahí consumiéndote.


Contigo, siempre contigo.

Cambios.

No sé el motivo de mi llanto.
Desde que nací, mis papas cuentan que lloraba demasiado, tanto hasta volverlos locos de estrés.
Por años me aferre a mi niñez, hace una semana que cumplí 17, pero mi corazón está confundido, mi mente vuela, mis sentidos se doblegan , mi cuerpo cambia, salta, se cae y se levanta.

Hoy, me siento vacía y sola, le he dado todo de mi, el sábado estuvimos juntos por primera vez, fue un encuentro rápido, casual, y que se dio por que así lo quisimos.
Quizás el motivo de mis lagrimas sea yo misma. Quizás me duela la pérdida, la entrega o la manera en que se dio todo.
Me dijo que me amaba, por qué le pedí que lo hiciera.
Me siento sola, me duele, me quiero de vuelta....
A mí con todo lo que me hacía ser tan inmadura, me quiero a mi, con mis fallas, con mis miedos.

Estoy asustada, me di a él como se dan las hojas de los árboles al viento, en otoño.

Soy joven, y el también, el sentido de esto no es el mismo para los dos, eso es claro y no sé cómo tomarlo, solo espero, seguir recordando, que llorar y escribir, son las únicas formas sanas que conozco, para liberar los dolores del alma.



Manelic.